
INSOMNIO
En una noche de insomnio
como tantas que hay en mí,
me aconsejo el demonio
que escribiera esto para ti.
Y yo consecuente, obedecí.
Con el lápiz ya en la mano
afanoso comencé a escribir.
Al terminar me siento ufano
de todo lo que puedo decir.
¡Aunque de momento me abruma
algo que crece como la espuma!
Y no es que airoso, la presuma,
pero, cuando empieza mi pluma.
Absolutamente nadie la puede parar,
en verdad, se enloquece al redactar.
Se pone terca y no me obedece
se obsesiona, se aloca, se crece,
y encarrilada no se cansa y deja de escribir,
es necia y nada, ni nadie, la puede inhibir.
Satisfecho con su tarea, la admiro y presumo
y resignado de culpa, la que me toca asumo.
A fin de cuentas, la vida, todo me concedió.
Suerte y fortuna pedí y gustosa me las dio.
También le pedí, me diera, buena salud
y me la entregó desde mi tierna juventud.
Le pedí, concediera una vejez placentera
y me está dando una satisfacción entera.
Le pedí amor, a la naturaleza y a dios,
afortunado, me lo concedieron los dos.
Le pedí que por siempre fuera amado.
amor me ha dado, nunca escatimado.
Pedí lo necesario para un buen vivir.
me dio hasta para poder compartir.
Inspiración para quimeras redactar,
me dio una pluma, que no puedo parar.
Y hastiado y cansado de tanto escribir,
solamente voy a pedirle me deje dormir…
LA EDAD DE LOS METALES
Aun cuando parezca idea extraña
en esta ocasión me voy a referir,
a una verdad grande como montaña,
que será, muy fácil de discernir.
Cuando escuchaba en mis años mozos
que, en las etapas de los mortales,
Se pasaba por senderos escabrosos
entre ellos, las edades de los metales.
Se habla de que con el paso de los años
los pies son cada día más pesados.
Los huesos y músculos sufren daños
y parece que al suelo estamos pegados.
Y no es que con la edad se presuma
pero, estamos surtidos de malestares.
La osteoporosis, la gota, el reuma,
son los menores de nuestros pesares.
Meniscos, retención de líquidos, hinchazón,
desgaste de rotulas, nervios, dolor de tobillos,
tendinitis, várices y desajustes de huesillos,
uñas enterradas, callos y hasta el espolón,
talón de Aquiles, juanetes, muelas picadas.
Estas, aquellas y otras sartas de monadas.
Hongos, sabañones y molestias ingratas,
¡Parece fueran de plomo nuestras patas!
También el pelo se empieza desteñir,
como si adrede pintáramos las sienes.
Si el pelo arrancamos, no vuelve a salir
y con tristeza lo dejamos en los peines.
Dicen como para ignorar la lastimada,
que las canas nos hacen más atractivos.
Como si sirviera una untada de pomada.
Y el espejo nos diera para creer motivos.
Con el pelambre totalmente encenizado,
notamos, ¡la vida nos trató de la fregada!
Pues siempre la fortuna nos fue negada.
Aunque en el bolsillo, no poseemos nada.
Nos dicen: -Tienes toda la cabeza plateada-.
Ya para cerrar este triste capitulo
De las edades que tenemos de metales.
Aunque nunca poseímos un título
Y tampoco logramos amasar capitales.
Intentamos gran fortuna acumular,
para ya de viejos, vivir con decoro
Y lo más que logramos atesorar,
es lucir al menos un diente de oro.
Por eso al hablar de los metales,
En las edades, de los mortales
El viejo tiene entre otras cosas ingratas
¡Una buena carga de plomo en las patas!
Debes sentirte satisfecho de lo logrado
pues ahora que ya, a viejo haz llegado,
De las pocas cosas, ahora sí, tienes
¡Tu plata, acumulada en las sienes!
Y no por ser avaro, lo lograste,
en toda la vida que te esforzaste.
A mí, de lo logrado solo me toca
poseer mi único tesoro en la boca.
Para ser más sincero, solo diré,
que todo lo que gané, me tragué.
Poseo un diente del metal más rico
¡¡¡Ahora ostento, mi oro en el hocico!!!
como deseo, pongan mucha atención
cuando lleven mis restos al panteón,
les pido ¡que sea de madera mi cajón!
Mientras, no llegue la inevitable ocasión,
seguiré dándole con todo, al vacilón,
así tenga vacía, la bolsa del pantalón…
EL PERDIDO
Cuentan, que alguna vez sucedió,
en un cuerpo humano, aconteció.
Que un espermatozoide se perdió,
por andar de juguetón, se extravió.
se cuenta, practicaba las carreras,
pues para que, habilidades adquieras,
debes vencer, obstáculos y barreras.
Sucedió que, en uno de sus entrenamientos,
según él para adquirir, más conocimientos.
Un torrente sanguíneo lo arrastró,
y muy lejos de su hogar, lo llevó.
Como sucede con todo inexperto,
el espermatozoide aceptó, el reto.
Y prometió que a su casa regresaría,
aunque trabajo pasara, no se rajaría.
Y entonces impulsado por su flagelo,
si posible fuera movería mar y cielo.
Pero a su casa el triunfador, volvería
y nada ni nadie de su plan lo desviaría.
E inició su recorrido por todo el cuerpo,
no habría nadie que le ganara a terco.
comenzó su viaje, para a casa regresar,
aunque no tenía, idea de cómo llegar.
En su búsqueda primero llegó al cerebro,
y dijo, me da gusto conocerte, lo celebro.
y aun cuando ¡eres muy grande, ¡inmenso!
te pregunto ¿qué haces?, Pues, -Yo pienso-.
Gusto en conocerte, tengo que continuar,
nuevamente presuroso, empezó a navegar.
Tomó la corriente, para al pulmón llegar,
y le preguntó ¿Quién eres? Al encallar.
-Soy el pulmón, el aire purifico y oxigeno-.
Gusto en conocerte, ¡tu trabajo es bueno!,
pero llegar a mi casa, es lo que quiero,
sigo adelante pues solo soy un viajero.
Tomó un torrente, que al riñón lo llevó.
¿Quién eres y qué haces? Le preguntó
antes que el perdido, siguiera su camino.
-Soy el riñón, desechos y líquidos elimino,
equilibro sustancias, los excesos freno,
en pocas palabras, los líquidos dreno-.
Siguió su búsqueda y al estómago llegó
y como siempre atentamente preguntó.
¿Cómo te llamas y qué sueles hacer?
-Formo parte del aparato digestivo,
mezclo alimento con ácido y cultivo
nutrientes diluidos, en si yo digiero-.
Sigo buscando, no eres lo que quiero.
Otro torrente tomó y llegó al corazón
y una vez más, hizo su interrogación.
¿Cómo te llamas y qué haces? Preguntó.
-Soy el corazón y la sangre yo bombeó,
la purifico, oxigeno y por otra la canjeó
en palabras, – mi actividad, es: Yo palpito-.
¡Al fin te hallé! ¿Puedo pedir un favorcito?
Dame un aventón, ya llevó perdido un ratito,
y mucho anhelo, regresar victorioso al pito…
LOS CHICOS MALOS
En días pasados recibí una carta
que al leerla por poco me infarta.
Era de mis condiscípulos de secundaria,
de allá por la lejana época cuaternaria.
Decía que les daría demasiado gusto,
reunir a los árboles que fueron arbusto.
Como buen viejo, dejé volar la imaginación.
Quiero compartir con ustedes mi regresión.
Rememorar nuestras antiguas travesuras
y porque no, retornar a nuestras locuras.
Dejé que mi imaginación se desbordara
y que hacia el pasado me transportara.
Cosa rara fantaseé, me volví a sentir mozuelo,
y me costó trabajo, poner los pies en el suelo.
Recordé nuestras miles de travesuras
y qué decir de nuestras tantas aventuras.
Todas ellas acompañadas, de mil locuras.
De todos nuestros amores y desamores,
de cuando llevábamos ramos de flores.
Nuestras perfumadas y amorosas cartas,
las conquistas y desaires de las ingratas.
y ni que decir de las nocturnas serenatas.
Los románticos versos, llenos de poesía.
Conquistas, fracasos, alegría o melancolía.
Recordar si el camarada era gordo o flaco,
o ¿si era aquel que fumaba como chacuaco?
Si era alto, chaparro, tranquilo o pendenciero,
si era cuate, egoísta, tímido o el más barbero.
Si era bailarín, cantador, deportista o estudioso,
si era pobre, rico, humilde o acaso presuntuoso.
Mi cabeza se llenó de gratos e ingratos recuerdos,
recordé que para bailar yo tenía dos pies izquierdos.
En fin, nos íbamos a reunir otra vez los camaradas
íbamos a recordar nuestras travesuras y mamadas.
Seguramente repetiríamos las francachelas,
todos llegaríamos con nuestro six de chelas.
Seguro estaba, muchos pomos, vaciaríamos,
y en humo de cigarro casi nos ahogaríamos.
Otra vez se reuniría, el club de los chicos malos,
que ni los mejores profesores, lograron domarlos.
¿Nuestro encuentro fue una terrible decepción!
No éramos ni la sombra, de nuestra generación.
Nuestra juventud se había desvanecido,
ahora ya todos, habíamos envejecido.
Nos encontramos, cincuenta kilos después.
Como si la vida, nos hubiera vuelto al revés.
Nuestras pieles antaño frescas y lozanas,
las cabezas calvas o con muchas canas.
También los ojos con grandes espejuelos,
nuestros pies, arrastrando por los suelos.
El abdomen que presumíamos de lavadero,
es una pronunciada panza en forma de cero.
Vinimos en coche, camioneta bus, como se pudo.
Este fue el rencuentro, de los, “del chico menudo”
Nuestro paso desenvuelto, ágil, rápido y elástico,
ahora requiere de un tripié, de madera o plástico.
De aquella antigua jovialidad, no queda nada,
hasta la misma voz, se nos escucha cascada.
Y sin embargo el objetivo se vio cumplido.
Otra vez los chicos, malos se habían reunido.
Solamente que habían cambiado las premisas.
Travesuras y locuras, esta ocasión fueron omisas.
Nada de bebidas alcohólicas,
carnitas, botanas, ni cigarrillos.
Ahora en nuestros labios solo
asomaban restos de colmillos.
Ni hablar de damas, conquistas y amores.
Ya solo platicamos, de achaques y dolores.
Ahora fueron inocentes bromas y chascarrillos.
Puras quejas, gemidos y hasta algunos alaridos.
Nada de portarse mal y volver a ser pillos.
Fue el muro de lamentaciones de los dolidos.
Fue una reunión en donde no hubo engaño,
mucho ha cambiado, la conducta del rebaño.
Una competencia, para ser huésped del baño,
un concurso, en el que se practicaron ganadillas:
¿Quién tiene más operaciones o toma más pastillas?
El club de los chicos malos, fue consolidado.
Repito sus premisas ahora habían cambiado.
Ahora había un chico malo, pero del riñón,
por comer sal estaba afectado del corazón.
El que fumaba estaba afectado del pulmón,
También al bebedor, le atacó la cirrosis.
Todos teníamos de pastillas nuestra dosis.
Algunos que eran dulces estaban diabéticos,
los que cuidaban su dieta estaban anémicos.
Los que mucho fumaban estaban asmáticos,
si comían carnes rojas quedaron artríticos.
A los deportistas se les poncharon los neumáticos,
los que poco caminaban se hicieron reumáticos.
Los que ostentaban copete o melena
ahora su calvicie les produce pena.
Habemos algunos que parecemos criaturas,
ahora siseamos por carencia de dentaduras.
Algunos tenemos la panza pronunciada,
a otros nada más se nos curvó la espalda.
Mientras hay alguno que de todo se queja,
hay otro que está cojo o se le tapó la oreja.
Los que presumían mirada seductora y bella
ahora están ciegos y usan fondos de botella.
En fin, dios o la naturaleza nos colmó de regalos,
ahora más que nunca somos: “Los chicos malos”.
Si tenemos oportunidad, de volvernos a juntar,
Para entre cuates, al menos podernos consolar.
Sin dilación la reunión tenemos que programar,
si no, en el infierno nos habremos de encontrar.
A esa reunión es seguro, que nadie puede faltar…
SUPERMAN
En una cierta ocasión tuve la
oportunidad de conocer,
a un personaje presuntuoso de
esos que hay por doquier.
que, a pesar de tener poco,
pero poco, de que presumir,
cambio su calzón de manta,
por pantalón de casimir.
Haya por sus años mozos se
emborrachaba con aguardiente,
pero ahora liba wiski y coñac, y
desprecia bacardí y presidente.
Para pagar a la que entregaba
en su casa las tortillas,
sacaba parsimonioso su billetera,
bien repleta de fajillas,
y ante sus ojos barajaba muchos
billetes, de alta denominación,
y le decía no tener cambio, que
mejor le pagaría en otra ocasión.
Yo siendo pobre y curioso, me
llenaba de admiración,
a lo mejor era un nuevo método,
para lograr la seducción.
Tenía una vida regalada, nunca
supe que en algo trabajara,
o tuviera algún buen negocio,
que la cartera le llenara.
Vidas como la que les cuento,
me causan mucha sorpresa,
¿Quién no quisiera una vida rica
y descansada como esa?
por mi parte sigo sin entender,
muy admirado, y sorprendido,
debe ser más que Superman,
¡un verdadero súper mantenido!…
GENERACIÓN DEL ZINC
En la síntesis ADN y la regeneración
el zinc es un mineral esencial,
para que se realice esta acción
también tiene función primordial
entre los tejidos celulares,
para sustituir a las células viejas,
aunque sea serie de metales.
Por lo que me pareció fenomenal.
y causa admiración a los mortales.
Encontré gracia al leer esta receta,
Y hallé la manera chusca de contarles.
hasta el cómo, se estableció la dieta.
Como no pude contener la hilaridad
se las comparto, a los de mi edad.
Cuando ya se están viviendo horas extras,
las mejores recomendaciones son estas:
Comer sano, es comer frutas y verduras,
aun molidas, si carecemos de dentaduras.
Como ya estamos cascados y viejos:
Es saludable seguir estos consejos.
Para no estar del corazón mal,
es saludable comamos zinc sal.
Para que nunca nos tengan que dializar,
deberemos de tomar, todo zinc endulzar.
Para que el riñón no se sature
de almidones y proteínas,
es menester que comamos
ya, zinc ningunas harinas.
Procura nunca embriagarte
debes vivir zinc alcoholes.
No te satures de proteínas
debes comer zinc frijoles.
Zinc carnes rojas debe
de ser tu alimentación,
también zinc picante
para evitar la irritación.
Vive zinc embutidos, asados,
frituras y dile adiós a los quesos.
Si sobrevives a pesar del ayuno
y puedes vivir, zinc comer esos.
También debes procurar
vivir zinc ningún exceso,
y que decir, ¡¡ahora ya vivirás,
hasta zinc tener sexo!!
También vive zinc los
derivados de la leche y el huevo,
y de esa manera si logras
sobrevivir, serás, hombre nuevo.
¡Como yo no creo sobrevivir,
zinc sexo, y zinc mujeres!
Pues zinc eso, siento que ya
me quedé zinc poderes.
Terminaré diciendo que son:
Excesivas las cosas zinc hacer.
Si no las puedo tener, no me
dejen, zinc siquiera poderlas oler…
LA LLAVE
Señores voy a develarles un secreto
y no quisiera pasarme de indiscreto.
Es algo con lo cual la naturaleza
sabiamente nos premió.
Y no quiero decir que este atributo
tan solamente, es mío.
Pues indiscriminadamente
a todos nos lo puso,
algunos lo empleamos hasta
llegar al abuso.
Hay otros que nunca de los
nuncas, le dan uso.
¿Para qué se los dieron?
¡¡dios así lo dispuso!!
Pero es menester que todos sepamos.
Que, gracias a él, en el universo estamos.
Y que, solo dándole utilidad nos procreamos.
Tiene muchos nombres prosaicos y vulgares,
los alias se le dan, dependiendo los lugares.
Es un buen juguete en manos de las mujeres,
y ¡su principal función es proporcionar placeres!
Ni color, ni tamaño es para nada fundamental,
sirve para lo mismo, su función es: ¡sin igual!
Lo porta cualquier individuo, cualquier mortal,
puede ser todo un Don Juan
o un insignificante tal por cual.
Preferí darle nombre y
bautizarlo como llave.
A lo mejor, porque en
Cualquiera, chapa cabe.
No le cuesta trabajo hallar
combinación a una cerradura,
Puede encontrar un tesoro y
hasta engendrar una criatura.
No es por presumir, pero la mía
muy eficiente debió de ser.
Pues no tuve reclamaciones de
ninguna insatisfecha mujer…
EL VIEJO
Cuando ya se es viejo la vida pone limitante,
ya no sales en todas las empresas triunfante.
Lo que antes sin pedir llegaba a tus brazos,
ahora se aleja y deja el corazón en pedazos.
Los surcos que cruzan tu maltratada piel,
te han convertido en el compañero fiel.
Ya no sales en busca de aventuras,
Ya nunca te ven en la taberna,
ahora cuando sales, parece se viera
un fantasma, un alma en pena.
Que vaga por las calles
recogiendo sus ágiles pasos.
Ya no hace algarabía, ya
no siquiera choca sus vasos.
Casi no se escucha el tacón de sus zapatos,
arrastra los pies y descansa muchos ratos.
Sus ojos se mojan, si mira largo rato al cielo,
y hasta le preguntan, ¿por qué lloras abuelo?
Nadie sabe la tristeza que siente un viejo,
cuando un cristal le devuelve su reflejo.
Recuerda sus tiempos de alegrías y regocijos
y sonríe, recordando sí, dejó sembrados hijos.
Temeroso contesta si alguien, a su paso lo saluda,
¿Quién sería?, casi no ve, y se queda con la duda.
Ya no tiene a quien visitar,
casi se le acabaron lo amigos.
Él no siquiera acudía, a escuchar
la misa de los domingos.
Regresa a su domicilio, contando
los pasos que ha de dar,
es su ejercicio, la rutina diaria,
mientras pueda caminar.
Seguramente mañana, el mismo
camino volverá a recorrer
y lo veremos caminando por la
calle, mientras pueda ver.
Esta es la historia de un viejo,
narrada con toda crueldad,
y será tu propia historia, si
acaso tú, ¡llegaras a mi edad!…
EL REINO ANIMAL
En una charla con amigos surgió la interrogación,
si reencarnamos en animal, ¿cuál sería la predilección?
Claro, si se nos diera, de escoger la opción,
entre toda la fauna que existe en la creación.
Las respuestas fueron variadas como era de esperar,
dependían del estado de ánimo y el modo de pensar.
Los que estaban felices, como aves querían volar.
Los que se hallaban molestos, como fieras atacar.
Los enamorados, como avecillas querían cantar,
los muy fantasiosos, como águilas querían volar.
Y los que tenían rencores, como serpiente picar.
Unos querían ser abejas, para andar de flor en flor.
Otros tener una coraza, para protegerse del dolor.
Algunos querían ser veloces para correr y huir.
Otros plantígrados, para de su guarida no salir.
Unos querían ser ardillas, para atesorar su riqueza.
Otros querían ser roedores para salir de la pobreza.
No faltó quien quisiera ser fiera y
destrozar a sus enemigos,
El falto de ternura ser conejito,
para tener muchos amigos.
El ocioso, holgazán, parasito para
hallar alguien que lo mantenga.
El mico hacer muchas monadas,
para que otro se entretenga.
No faltó la hormiga o abeja que
nunca dejan de trabajar,
o la mascota de la casa, que
ronronea o no deja de ladrar.
Las opiniones fueron, tan
disímbolas, tan diferentes,
lo que nos demuestra, la
disparidad de las mentes.
En fin, hay pros y contras, en cada aseveración,
que nos hacen diferente, a todo ser de la creación.
Cada quien busca según, son sus intereses,
y nos equivocamos la mayoría de las veces.
Las aves son alimento de los depredadores,
que no les importa que sean seres cantores.
Las fieras son por el hombre cazadas,
sin importar vivan solas o en manadas.
Las águilas viven en las montañas,
y son las criaturas más ermitañas.
La sierpe solo se moviliza reptando,
y con odio el hombre la anda cazando.
Las abejas pasan la vida juntando la miel,
y mantienen reina y zángano ¡hasta a él!
Tortugas, armadillos, caracoles con corazas,
a todos los lugares, llevan encima sus casas.
Los animales que se distinguen por veloces,
Son las víctimas, de depredadores atroces.
Los plantígrados, pasan la mitad de vida en hibernar,
son torpes porque asientan toda la planta al caminar.
Las ardillas se pasan la vida enterrando su comida,
es tan escaso su cerebro, que pronto se les olvida.
Los ratones se adueñan lo ajeno, hacen sus raterías,
poco a poco se apropian, de riquezas o mercancías.
Los conejos son muy atractivos para el cazador,
se reproducen en grandes camadas, al por mayor.
Los parásitos proliferan sobre o
dentro de cualquier ser,
y en poco tiempo lo destruyen,
nunca dejan de comer.
Los monos, micos o primates
solo sirven para hacer travesuras,
se mecen, brincan, saltan, hacen
gestos, muecas y mil diabluras.
Las hormigas, son muy laboriosas,
en poco tiempo destruyen las cosas.
El gato es un mamífero domesticado
que le gusta siempre ser mimado,
acostumbra subirse a las piernas
de los amos para ser acariciado,
es holgazán, no se busca la vida,
ya ni siquiera sale a cazar ratones,
espera que le sirvan wiscas, o le
conviden de su dieta los patrones.
El perro, por característica de
todos los animales, es el más fiel,
no come desperdicios, ni sobras,
además, tira mucha pelusa su piel.
Come croquetas con empeño,
sus obligaciones son ladrar, dormir
y sacar a pasear a su dueño.
Estar pendiente de lo que pasa
Tiene que ser buen guardián, él.
Cuando cansado retornas a casa,
nadie se alegra, tanto como él…
DECIMA TERCERA POSICIÓN
¿Cómo podemos ser triunfadores en los deportes?,
he pensado como ganar y estos son mis aportes.
Los mexicanos somos apasionados, futbolistas,
participamos en campeonatos y somos optimistas.
A veces las alineaciones son frente a las televisiones,
todos jugamos en la cancha, en diferentes posiciones.
Porteros, defensas, medios, delanteros, entrenadores,
por eso sufrimos en carne propia, ser los perdedores.
La posición que menos nos gusta, la de más pesares,
es la mejor pagada con tantos recuerdos familiares.
Es la del árbitro, es la del dueño del silbato,
considero en fut bol, el puesto más ingrato.
Es el doceavo jugador, pobre, es el más expuesto,
al que se quiere madrear bajo cualquier pretexto.
Desde chavos nos esforzamos y aprendemos a chiflar,
para, en el estadio, desde gradas la podamos mentar.
Es una satisfacción grandiosa podérsela refrescar,
además, entre tanto aficionado, no nos puede notar.
Somos machos no hacemos cola,
para las tortillas comprar,
pero en el estadio horas nos formamos
para el boleto mercar.
El tiempo de espera es tanto que hasta perdemos la cuenta,
si es necesario volvemos a hacer cola,
esta vez en la reventa.
En este deporte solamente cuentan
once jugadores,
tontamente dejan fuera al árbitro y
a los espectadores.
No valoran a los que jugamos la
décima tercera posición,
es la de los que, casi nos infartamos
frente a la televisión.
Nos tenemos que resignar a que el
torpe entrenador,
tontamente haga una alineación,
siempre de lo peor.
Que deje en la banca al que consideramos
el mejor jugador,
que estamos seguros si lo hubiera alineado
sería el mejor.
También un marcaje en contra,
tenemos que padecer,
y los cambios que no se hacen,
cuando se deben hacer.
El ver que nuestro equipo se tiene que replegar,
en vez de salir de media cancha y con fervor atacar.
Para la posición que ocupa en la tabla no arriesgar,
y se dedican más a cuidarse, que a bien jugar.
Tenemos que aguantar de manera fenomenal,
hasta que nuestro equipo, falle un tiro penal.
Cuando sale a cancha el equipo,
suelen llamarlo rebaño,
que lo llamaran manada,
me parecía un poco extraño.
Pero cuando veo que todos corren tras el balón,
creo es correcta con las ovejas la comparación.
Sean buenos o malos los equipos,
Nosotros amamos al fut bol,
somos fanáticos de los estadios,
ya sea en sombra o en sol.
Acompañados de una cheve bien fría
de la marca superior, Tecate o sol.
Emocionados celebramos y coreamos
a gritos cuando hay un gooooooool.
Si tenemos suerte y nuestro equipo llega a fínales,
cruzamos los dedos para que no se vaya a penales.
Los tiempos extras nos enferman
estando ganando o perdiendo,
nos levantemos hasta del asiento
ahora ya con el reloj viendo.
Si a nuestro equipo eliminan durante el torneo,
le apostamos al que va contra el que nos apaleo.
Eso no nos hace dejar de ser futbolistas,
Aficionados de corazón,
si en esta no ganamos, ya ganaremos
en alguna otra ocasión.
Seguiremos participando y jugando,
somos los amantes del balón.
No dejaremos de ocupar nunca
la décima tercera posición,
haciendo corajes y mentando
madres frente a la televisión.
Consumiendo las papas fritas,
sin que falten los cacahuates,
compartiendo ricas botanas y
cervezas frías con los cuates.
Si gana nuestro equipo,
con los amigos celebramos,
y si pierde de tristeza seguramente
hasta nos embriagamos.
Esta rutina de los domingos
fractura a los matrimonios,
altera la vida familiar y deja
una cruda de los demonios.
Puedo perder esposa y familia
por formar parte de la afición,
pero de favor, pido si hay juego,
nunca apaguen mi televisión.
Siempre estaré en la alineación,
en la décima tercera posición…
LA LEY DE LA ATRACCIÓN
Cuidado con lo que pides pues se concede,
pide mucho así será mucho lo que se puede,
al que pide poco, muy poco se le habrá de dar
y por lo mismo nunca, satisfecho va a quedar.
El que tiene bicicleta, sobre moto quiere andar
y el que tiene coche, camioneta quiere manejar.
Diría mi abuela es cuento de nunca acabar,
que el ser humano nunca se debe conformar.
Un ejemplo sencillo, es el que plantearé,
pero estoy seguro con él, te convenceré.
Asistes a un baile a la menos guapa vas a sacar,
y existe gran porcentaje de que te suela rechazar.
En tanto que la más atractiva se queda sin bailar,
porque nadie se atreve por estar bella a cortejar.
Si a una mujer hermosa tú pretendes conquistar,
hay que emplearse a fondo para poderla enamorar.
Es seguro que al primer intento te va rechazar,
y por un tubo, casi seguro, es que te va a mandar.
Pero nunca, nunca debes, de en el empeño cejar,
insístele llegará el día en que se habrá de cansar.
Y por poco inteligente, que la damisela sea,
se habrá de fijar en usted, aunque no lo crea.
Pues muy en su interior ella también pensará,
le he dicho mil veces que no, ¿por qué, insistirá?
Seguramente su amor es sincero,
esta feo, jodido y no tiene dinero.
¿Pero debe ser mucho, lo que me debe querer?,
Se sentirá orgullosa, al fin y al cabo, es mujer.
Quien ofrece amor nunca podrá ser rechazado,
recuerda que siempre se cosecha lo sembrado.
Si tu das amor, sinceridad y ofertas la felicidad.
Nadie rehúsa jamás un gesto de buena voluntad.
Lo que pidas, con toda la buena fe ha de ser
porque eso será lo que la vida te va a devolver,
nunca escatimes, la cantidad de tu pedimento.
Lo que habrás de pedir que sea con sentimiento
con fe, sin permitir, se desvíe el pensamiento.
Todo se concede, cuando se pide con emoción,
eso lo enseña la doctrina de cualquier religión.
Otros han dado en llamarla, la ley de la atracción.
Este no es un consejo, es toda, una afirmación,
todo se consigue, si quien lo pide, es el corazón.
Nada hay que no consiga el poder de la oración.
¡Ay, güey me zurré!, hablé como dueño del balón,
me sensibilice, con el efecto de mi sermón.
seguiré orando y adoctrinando en otra ocasión.
Hasta llegue a sentirme, todo un santo barón.
Pido una disculpa, pero voy a lavar mi pantalón…
EL TRABAJO
Es tan feo el trabajo
que hasta pagan por hacerlo-.
Eso se dice por lo bajo,
¡pero es hermoso tenerlo!
-El que quiere lo que hace-,
pues, – hace lo que quiere-.
En si el trabajo es la base
de todo lo que se infiere.
El trabajo genera la riqueza,
el ocio condena a la pobreza.
Si te dedicas a trabajar
nunca nada te va a faltar.
Hasta en cuestiones de amor
se dice ya sin ningún pudor.
El que buen trabajo sabe hacer,
no padecerá, por falta de mujer.
Pues si tiene para darle de comer
feliz y contenta la habrá de tener.
Y si este no quisiera trabajar,
un acomedido lo va a ayudar.
No hay hueco que se pueda dejar
que algún otro, no pueda llenar.
Lo que digo que a nadie asombre,
es para que su espacio escombre.
La aspiración mínima del hombre
será que nada le falte o le sobre.
Escribo lo que más te, conviene
Y si no, al menos te entretiene.
Es feliz el que una mujer tiene
y suertudo si esta lo mantiene.
Te doy un consejo que no me pediste
tómalo si quieres y no te pongas triste.
Ser como el carbonato tiene su chiste,
lo menos, la que te prueba, te repite.
Si de una costilla dios hizo a la mujer
¿Cuánto no hubiera podido él, hacer
con toda la columna vertebral?
¡¡Haría una obra de arte genial!!
Es una fortuna tener una mujer,
y mayor dicha tener su querer.
Si la tienes y no sabes que hacer
con puro instinto puedes aprender.
Es tan exquisito el poderlas amar
o a las hermosas damas acariciar,
que yo, goloso sin mucho pensar.
Hasta doble turno llegué a trabajar…
BEIS
Desde hace mucho tiempo allá por mi niñez,
practicábamos un juego que llamábamos beis.
Nuestro bate era un palo en el bosque cortado,
cuando aún estaba el pueblo de árboles rodeado.
No se veían los terrenos tan yermos y desolados,
eran hermosos los campos si estaban sembrados.
Hacíamos bate con cualquier pedazo de madera,
aprendíamos a macanear y emprender la carrera.
Un puñado de piedras eran suficientes para batear,
palo y piedras eran los implementos para entrenar.
Más tarde supe que rey de los deportes le llamaban,
y que al equipo nueve jugadores lo conformaban.
Un pitcher encargado de lanzar y strike
o bolas colocar,
debe tener tacto para las costuras de
la bola detectar.
El cátcher debe saber que lanzamiento
pedir al lanzador,
cuidar el home, dominar el campo
y ser un magnifico receptor.
La primera, segunda y tercera bases
cuidan almohadillas,
para no permitir les roben sus bases,
están a la ganadillas.
El jugador del campo corto como shor stop
es nombrado,
su posición entre segunda y tercera
tiene que ser colocado,
no permitir que la pelota pase a jardines
tiene encomendado.
están tres jardineros para cuidar
los bateos largos,
deben ser veloces y fuertes para
atrapar batazos elevados.
También supe que era de los deportes
más costosos,
que para practicarse requería de
lugares espaciosos.
Resultaba difícil hasta un simple guante comprar,
No se diga spikes, careta y pechera para cachar.
Me gustaría comentarles cómo, se suele jugar,
pero ya me aburrí y no quiero a ustedes cansar.
Ahora los dejo pues feliz, comento,
me toca batear,
y después del juego, iré las pelotas
perdidas a buscar…
QUE AUTORIDAD
Esto es producto de un gracioso relato
que en lo personal me pareció grato
y aunque a mí tan solo me tocó oír
con mucho gusto lo quiero compartir.
Con toda la intención de hacerte reír.
Llega ante su padre una joven aldeana
bella como toda muchacha provinciana,
poco nerviosa como si pasara la aduana
y trajera escondida a su amiga, la Juana.
Quiere presentarle a su progenitor
al novio que le parece prometedor.
-Mira papá, a mi novio te presento,
quiero contar con tu consentimiento-.
Y para eso lo traigo sin dudar
pues el contigo quiere hablar.
Mire suegro a su hija quiero montar
-O sea que con ella te quieres casar-.
No señor solo lo queremos intentar
primero nos queremos probar,
a lo mejor más adelante casar
-Entonces no quieres ningún compromiso-.
Nosotros solamente queremos su permiso.
-Y tienes una casa donde con mi hija vivir-.
No la tengo suegro, eso le quería decir,
pero su hija tiene cuarto, con cama matrimonial
entonces ahí, pondríamos nuestro lecho conyugal.
En su cuarto nos podremos acomodar
para de nuestro cariño mucho disfrutar.
-O sea que también darte casa, a mí me toca,
que bien que lo quieres, peladito y en la boca-.
-Bueno hija, acaso este hombre te va a mantener-.
Ya lo platicamos, sabemos que vamos a hacer.
La verdad es que nos queremos mucho señor.
-Y acaso ustedes solo, van a vivir con amor-.
No papá yo voy a seguir trabajando
mientras él se entretiene buscando.
Le repito señor, yo estoy por recibirme,
y ya metí mis papeles para inscribirme
en la beca de jóvenes construyendo el futuro,
dicen que es buen dinero y que es muy seguro.
Mientras no me llegue usted nos va a alimentar,
además, su hija no va a dejar, nunca de trabajar.
Entiendo señor que la vida tiene sus bemoles
se le tendrá que echar más agua a los frijoles.
O sea que para acabarla de joder,
resulta que mi hija te va a mantener-.
No señor solo la mano nos echaremos,
porque es mucho lo que nos queremos.
Como veo las cosas esto sí que va a estar del carajo-.
-Si quiera tienes un coche para ir por mi hija al trabajo-.
Ya hablé con su hija y usted me disculpa,
su mujer tiene un coche que no ocupa.
Y yo con mucho gusto lo voy a utilizar
para llevar a su hija a todos lados a pasear,
y también la llevaré gustoso a trabajar.
Usted solo con la gasolina nos va a ayudar
Así ya no tendrá nada, de que preocupar.
-No, no y no nunca tendrán mi consentimiento.
Y bien te digo hija, que no hagas sentimiento-.
-No quiero oír ni una queja, ni un grito,
yo salgo perdiendo en este negocito.
Por qué es un árbitro este jovencito,
en el que solo le toca, poner el pito-.
A fin de cuentas hice valer mi autoridad
pues mi hija no vivía en la orfandad.
-Tengo que ayudarla a buscar su felicidad
y a este miserable no se la podía dar-.
¡¡¡A ella acostumbrada a mucho gastar
y a vivir siempre con comodidad!!!
-Cuando llegué a mi casa no lo esperaba.
Estaba en la puerta todavía no entraba.
Mi hija y esposa me estaban esperando
aún no pasaba y ya estaban recriminando-.
-Que el muchachito estaba molesto
y hasta se había puesto indispuesto-.
-Que mi proceder no había sido justo
que lo había tratado de modo injusto-.
-Que ahora mismo lo fuera a buscar
para ver si acaso me quería perdonar-.
¡Dijo mi hija echaste a perder mi relación
eres un mal padre y no tienes corazón.
Lo llevé a que hablara contigo papá,
ya tenía el consentimiento de mamá!
Tienes que ir a traerlo no me hagas sufrir,
si no vuelve de pena, yo me voy a morir.
-En ese momento no sabía que pensar,
su madre alcahueta me empezó a gritar.
Ahora mismo corriendo lo vas a buscar,
pero movidito, lo tienes que convencer,
aunque le ruegues, pero tiene que volver.
Tan difícil que es encontrar un soltero,
que esté guapo y además esté, cuero.
-Pero mujer me estas quitando autoridad
yo solo quiero para mi hija su felicidad,
que viva feliz y con mucha tranquilidad,
que nunca sufra, que no tenga necesidad-.
Que poca memoria tienes, se te olvida
que también cuando tu llégate a mi vida,
traías las manos en las bolsas de atrás
y ni siquiera un mugre sombrero traías.
No traías un peso partido por la mitad.
Yo le lloré a mi padre, por mi felicidad
y el buen viejo te dio la oportunidad.
No actuó contigo con tanta severidad.
-Ante esos argumentos, me tuve que callar
y hasta mi autoridad me tuve que tragar.
No quise seguir viendo a mi hija llorar
o que mi vieja me volviera a regañar.
Y con la cola entre las patas, lo fui a buscar…
PARTICIPIOS
Es una Verdad que debe ser analizada,
llegamos sin nada y nos iremos sin nada.
Excepto lo vivido, compartido, amado,
bailado, gozado, reído, cantado, disfrutado,
andado, gozado, jugado, leído, estudiado,
entendido, atraído, corregido, escuchado,
pintado, extrañado, respondido, redactado.
Todos terminan en ado y en ido
puede ver cualquier acomedido
lo verbos irregulares en to, so, cho.
Cuando lo tengamos escri__to
antes de que sea impre__so
ya hablaremos de este di__cho.
NADA NOS LLEVAMOS
Aunque cause malestar y dolor profundo,
nada nos llevaremos del ingrato mundo.
Nacimos todos sin excepción encuerados,
todos nuestros éxitos y fracasos ganados.
Y todo lo que en la vida logramos atesorar,
cuando nos muramos, todo se va a quedar.
Y como dijera, mi sabia mujer,
hay sabrán ustedes que hacer.
Cuando de vieja tenga que perecer,
o me entierran o me tienen que oler.
Todo lo ganado se tiene que quedar
nada mundano nos podemos llevar.
Si lo poseído, prestado ha de ser,
tarde o temprano se ha de devolver
También pensamientos profanos
pongamos en práctica paisanos.
Si no actuamos como hermanos
que sea como buenos cristianos.
A lo que la vida te dio dale uso
no importe acabar en el abuso.
Es mejor que lo gocen los humanos
a que se lo devoren los gusanos…
IMPOSIBLE
Imposible Enseñarle el padre nuestro al papa.
Imposible, no te haga reír el payaso de la carpa.
Imposible que no pida limosnas el sacerdote.
Imposible que no explote a mujeres el padrote.
Imposible enseñar a hacer maldades al diablo.
Imposible negar que hizo a la iglesia, san Pablo.
Imposible enseñar a hacer milagros a Jesús Cristo.
Imposible podamos a un sabio quitarle lo listo.
Imposible demos catedra de pedagogía al profesor.
Imposible enseñar a diagnosticar y recetar a un doctor.
Imposible no reír viendo al chavo del ocho.
Imposible prohibir decir mentiras a pinocho.
Imposible tener hambre, comida,
dientes y no poder comer.
Imposible estar frente carteles
publicitarios luminosos y no ver.
Imposible el codo nos podamos lamer.
Imposible enseñar a robar a los rateros.
Imposible que no roben ganado los cuatreros.
Imposible hacer que los avaros gasten su dinero.
Imposible que no cobre intereses el usurero.
Imposible hacer adorar y creer en dios a un ateo.
Imposible conseguir que un narcisista se crea feo.
Imposible hacer que un dipsómano odie el alcohol.
Imposible pretender que en la noche salga el sol.
Imposible no rascarse cuando se tiene comezón.
Imposible tocar las campanas y andar en la procesión.
Imposible ser jinete y no tener que montar.
Imposible no cerrar los ojos para estornudar.
Imposible no poseer dinero y tener que ahorrar.
Imposible ser el último en llegar a la meta, y ganar.
Imposible es todos los imposibles poder nombrar.
Imposible es que otros imposibles no puedas agregar…
CRÉDITOS
Muy seriamente me puse a analizar
hasta donde se nos puede llevar,
y la capacidad que tienen de podernos enajenar.
convencernos hasta de cosas inútiles comprar.
Los mercados son un arma poderosa
que convence a la gente menesterosa,
de miles de enseres inútiles mercar
aunque para nada los vayamos a ocupar.
Radio prensa y televisión nos bombardea
y nos mete sus estereotipos como idea,
nos hace saber que un poderoso detergente
convierte una cubeta en lavadora, a la gente.
Que consumir tal o cual vianda o bebida
viene a ser para nosotros la chispa de la vida.
Que el auto que va con nuestra personalidad,
se puede conseguir a crédito en esta sociedad.
Tarjetas de crédito te ofrecen al por mayor
y nos ofertan préstamos con o sin fiador.
Un almacén con mercancía nos quiere enganchar,
y nos amenazan, los que nos mandaron a cobrar,
que si no pagamos a tiempo nos van a embargar,
y pagando o no pagando nos vuelven a ofertar.
Por eso digo que los dueños de mercados son vivos,
pues sus créditos nos enloquecen y vuelven cautivos.
Utilizando palabras crudas y léperas
diría, son unos pillos
pues con las manos en la cintura
nos exprimen los bolsillos.
Que abismal diferencia con los antiguos aboneros
que teníamos los domingos en la casa cual porteros,
esperando bonachones, ¡no como
los cobradores de hoy!
Nos escuchaban decir a nuestro hijo,
dile que no estoy…
LOS EXTRAÑO
Tuve la desgracia no sé si de buena o mala voluntad,
de que me dieran como referencia en alguna ciudad.
Mi nombre mi teléfono se les hizo fácil utilizar
cuando un auto a crédito se les ocurrió sacar.
Sin que tuvieran la atención siquiera de consultar
y de ahí para adelante que les puedo comentar,
me atosigaron por teléfono de día y de noche,
para saber ¿si conozco al qué sacó un coche?
La persona que me nombran ¿si es conocida?
y puede hasta ser importante en mi vida.
Pero, no estoy enterado de su vida financiera.
¡Y no, me participó, de su compra siquiera!
La pregunta telefónica, se hizo recurrente,
como si me preguntaran por algún pariente,
en principios era tan constante,
que hasta me alteraba.
A cualquier hora del día o noche,
la agencia me llamaba,
hacia corajes y decía: ¿Qué me
cobran si no debo nada?
¿por qué tanto me llaman?,
¿por qué tanta llamada?
Y tanto me acostumbre, a sus
llanadas sin horario,
a sus mensajes, reclamos y
preguntas del diario.
Que se convirtió en ejercicio,
levantarme a contestar
y ahora hasta siento feo,
si me dejan de llamar.
Como estoy solo, casi nunca,
recibo llamadas.
Ahora extraño ya, del teléfono sus
constantes timbradas,
ya no hay quien me llame y solitario
hago sentimientos,
ya no hay quien me despierte, para
tomar medicamentos.
Les suplico me llamen por favor,
no tengan malas entrañas,
si no timbran, mi teléfono pronto estará
bien lleno de telarañas…
BIEN MERECIDO
La celebración del padre poco importa,
pues ningún beneficio en verdad aporta.
Ni para celebrarlo tiene fecha fija,
para que recuerde el hijo o la hija.
Su celebración, aunque muy poco nos cuadre,
nunca será festejada, como el día de la madre.
Razón seguramente de mucho peso tiene
y al final pienso que hasta nos conviene.
Decimos entre otras cosas, con mucha sapiencia,
mi madre me esperó, nueve meses con paciencia.
También sufrió mucho, en un parto doloroso.
Después me amamantó, con su néctar precioso.
Cuando estaba enfermo, abnegada mi sueño velaba
y no se despegaba de mi cabecera, hasta que sanaba.
Nunca dejó de darme el tecito, la cucharada,
la pastilla,
y corría a abrazarme cuando me despertaba
una pesadilla.
Me revisaba trabajos y tareas que me
dejaban en la escuela,
a veces me las hacía, cuando me dolía
la cabeza o la muela.
Cuando tenía pleitos con mis compañeros,
me consolaba
y cuando yo era el grosero, con severidad
me regañaba.
Ya de grande solía recriminarme y
darme consejos,
no le importaba que estuviera cerca o
estuviera lejos.
Niño, joven o viejo la tuve a mi lado,
para buena fortuna.
Me enseñó a no tener miedo a la noche y
buscar la luna.
¡Cuando a las madres tantas alabanzas escucho!
Me pongo a valorar que su esfuerzo fue mucho.
Y que bien merecido tiene el magno festejo.
¡No hay comparación con el padre, ¡inútil, viejo!
Y me pongo a realizar, un comparativo ejercicio,
y salgo perdiendo, en la paternidad como oficio.
Los nueve meses en que la madre
estuvo embarazada,
se acabó la luna de miel, la fiesta se
dio por terminada.
Cuando estuvo en el parto, estuve afuera
como un pillo,
No sufrí malestares, solo de nervios, ¡me
agarró chorrillo!
Nadie vio que de cigarros me eché
tres cajetillas,
ni se preocuparon de, que tuviera
fuertes ganadillos.
Cuando mi mujer, a mi heredero con
cariño amamantaba,
me enojé, por que sentí que el mejor
juguete me quitaba.
Y estaba molesto porque era mucho lo
que se maltrataba,
con tanto uso y abuso mi regalito,
hasta se ajaba.
Mientras a tu mamita, le preparaban su atolito,
yo desayunaba, comía y cenaba, siempre solito.
Cuando por alguna razón, se
enfermaba la criatura,
me acostaba solo y extrañaba de
mi mujer su ternura.
Era difícil dormir no había quien
abrazara mis costillas,
tenía mucho frio no había quien
calentara mis rodillas.
¡Hasta dejaba de asistir con mis
cuates a la cantina!,
¿y quién crees, sacaba billete, para
pagar la medicina?
Mientras ella con cariño el medicamento
Amorosa te daba,
yo dormía a pierna suelta y creo
que hasta roncaba.
Dicen, a la cama me tiraba y de
inmediato me dormía,
como si tu enfermedad no fuera
una preocupación mía.
Si tenía pesadillas no había
quien me despertara,
y me acomodara la almohada para
que no roncara.
¿Quién te imaginas, que pa´ la papa,
tenía que trabajar?
y en muchas de las veces, hasta
tenía que dobletear.
Mientras tú y ella las tareas hacían
con dedicación,
yo emocionado disfrutaba el fut bol,
en la televisión.
No se percataban, que me dormía en el sillón,
y ni me daba cuenta que había de programación.
Siempre opiné que la mejor escuela es la calle,
hay ella te enseñará y no entraba en más detalle.
Pensaba en mis adentros, cuando estés
en tu labor diaria,
echarás mano de todo, hasta lo que
viste en la primaria.
Si las festejan no pregunto, ¿ni los
cuándos, ni los comos?,
yo solo me dedico a celebrar y a darle
baje a los pomos.
Antes que nacieras no sufrí ascos, mareos,
ni ganas de tejer,
todos le tocaron para mi buena suerte, ¡a mi
pobre mujer!
Por eso la celebración, mamá la tiene más
que bien merecida
pues nos chiqueó, mimó y, además,
hasta te dio la vida.
Y ya entrado en confianza, diré algo que
no se me olvida,
Como padre te lo digo sin que sienta ninguna pena,
lo que menos me gustó, fue la malvada cuarentena.
Ser padre me hizo feliz, aunque fuera mi peor oficio,
pero nunca oirán quejarme, por sufrir tanto sacrificio.
Me enseñaron a ser macho,
a no quejarme, de ser padre,
y decirlo sin ningún empacho.
Aunque a alguien, no cuadre.
Con mis hijos estoy pagado.
Quieran mucho a su madre.
Que bien que se lo ha ganado…
POCA MEMORIA
Han pasado muchas cosas que guardo
en mi memoria,
lo cual me demuestra, que todo lo que
pasa es historia.
Son muchas las cosas que con el
tiempo han cambiado,
algunas buenas o malas experiencias
nos han dejado.
Si hablamos de tecnología a pasos
gigantes ha avanzado,
a muchos de mi generación mucho
muy atrás nos ha dejado.
Si recordamos los juguetes que
nos entretenían en la infancia,
veremos que entre el antes y el
hoy existe mucha distancia.
Canicas, trompo, yoyo, balero,
papalote juguetes de otro hora,
palidecen ante el Nintendo,
Tablet, celular y la computadora.
Lo que se mantiene y persiste
a pesar de la modernización,
siguen siendo los deportes,
pelotas y el insustituible balón,
que solo han sufrido cambios
tecnológicos y de reglamentación.
Los carritos de madera y hojalata
que nos sirvieron de diversión
ahora son juguetes eléctricos,
recargables de pilas o fricción.
Cosas que pasaron al desuso,
después de ser necesarias también,
para hacer lazos, costales, catres,
sombreros y hamacas de henequén.
Las fibras sintéticas sustituyeron
a telas como el casimir, la lana,
la manta, el raso, el terciopelo,
popelina, tul, algodón, lino y pana.
La ropa que antes se hacía de piel
de animal y los peines de cuerno,
son de imitación, de tacto piel
y los peines de polietileno.
La estufa de gas y el microondas,
Sustituyó y acabó fogones de leña,
la crianza de anímales y las granjas
acabaron la recolección y la ordeña.
La luz eléctrica trajo consigo licuadora,
plancha, horno, radio y televisión,
Que además de que facilitan el trabajo,
hasta nos proporcionan diversión.
Era de esperar a muchas empresas,
la modernidad ha hecho quebrar,
entre otras la que hacia cámaras para
los momentos especiales fotografiar.
Ha habido otros negocios que la
quiebra, la modernidad les impuso,
el internet rebasó la venta de libros
y que decir de los relojes de pulso.
En muchas cosas el progreso facilitó
el trabajo y trajo beneficios,
en otras muchas, dejó a la
ciudadanía, sin muchos oficios.
Aquellas actividades que para
desarrollarse generaban empleos,
crearon muchos desocupados
y comenzaron, los tiempos feos.
Los campos se acostumbraron a
producir, solo con fertilizantes
y lo que producían, solo les daba
ganancias a los comerciantes.
Llegó el momento en que lo
poco, que la tierra producía,
ya no era siquiera, lo que
la campesina familia requería.
Los dueños de parcelas tuvieron
que abandonar sus terruños
Y dejar solos, a sus familiares.
Hasta crispando los puños.
Tuvieron que dejar su domicilio,
con los bolsillos en ceros,
dejar padres, mujer e hijos,
para emplearse de braceros.
Los jóvenes tuvieron que ser
abortados también a la sociedad,
pues al salirse sus padres del
hogar, quedaron en la orfandad.
Muchos salieron, siguiendo a sus
progenitores hacia el extranjero,
otros a las grandes ciudades, a
buscar empleo en busca de dinero.
Algunos en las urbes engrosaron
el ejército de desempleados,
por qué no querían regresar
a sus pueblos, como fracasados.
Algunos consiguieron pobres
oficios, a las de mil,
salieron del campo y se dieron
de alta como albañil.
Al menos lucharon contra la
pobreza y desempleo vil.
Unos más, se sumaron
a los cinturones de miseria,
y son alcohólicos o drogadictos,
doctos en esa materia.
Mientras sus madres los
buscan, sumidas en la histeria,
los hay que se fueron,
más allá de nuestras fronteras,
con temor, pero llenos de
ilusiones, en busca de quimeras.
Querían ganar mucho dinero,
sacar a su familia de la pobreza.
Y llevan muchos años en tierra
ajena, ¡con mucha tristeza!
Enviando a su familia su aportación
económica, llamada remesa.
Algunos les han pedido a sus
familiares, sus casas construir,
para que cuando regresen a su
patria, tengan adonde vivir,
si aún tienen tiempo de retornar.
Si regresan antes de morir.
Hablando de cuestiones políticas,
las cosas se pusieron peor,
pues llegó el momento en que la
autoridad, es el mejor postor.
Cuentan que hace mucho tiempo,
nadie la autoridad quería ser,
y para encontrar un presidente
hasta rogar era menester.
En las poblaciones se reunían
las fuerzas vivas, del lugar,
y, se pensaba en un ciudadano
para que fuera a gobernar.
Se visitaba a tres o cuatro, pues
nadie quería aceptar.
Se encontraban algunos, dispuestos
con dinero a cooperar,
para apoyar y hacer alguna obra
necesaria en el lugar,
pero para ser presidente, se negaban a aceptar.
Se decía que ser autoridad, eran puestos de servicio,
y económicamente dejaba más, cualquier oficio.
Después las cosas cambiaron,
se empezaron a dar participaciones
y como ya era negocio querían
muchos y comenzaron las elecciones.
Se formaron muchos partidos
y se decidió se hicieran votaciones.
El dinero comenzó a llegar a los
ayuntamientos, para obras hacer,
y como gastar era fácil de comprobar,
ya muchos querían el poder.
Se idearon facturas falsas, moches
y gastos de representación,
poco a poco, los gobiernos y ediles,
se llenaron de corrupción.
Los inversionistas dejaron empresas,
para en el gobierno incursionar,
eran muchas las ganancias y no
tenían mucho o nada, que arriesgar.
Los que tuvieron la fortuna de obtener
un puesto de representación,
solamente en tres años, se sacaban
la lotería y cambiaban de posición.
En principio eran cautos y escondían
su riqueza, ante la población,
más adelante se hicieron descarados
y dieron paso a la ostentación.
Comenzaron a lucir carros, trajes.
Se construyeron hasta mansiones,
se hicieron de combis, rutas de
camiones, empresas de construcciones.
Dejaron de ser pobres parias y se
codearon, hasta con los ricachones.
Pero como la ambición no tiene límites
y no es fácil dejar el poder.
Para no dejar el negocio del gobierno
y no dejar al pueblo de joder.
Los diputados y senadores tuvieron
la magnífica idea de la reelección,
si ya una vez habían llegado, era fácil,
que ganaran una nueva elección,
también era menester que apoyaran,
a los que solían hacer la campaña,
decidieron se religieran presidentes
municipales, con toda maña.
Como las elecciones se ganan con
dinero y apoyos a la población,
no resultó difícil que los que estaban,
se quedarán en una segunda ocasión.
Un pueblo con mucha necesidad
y desconocimiento de su historia,
olvidó, que se hizo la revolución,
para evitar la reelección.
¡Existe muy poca memoria!
Ahora me preocupa que antes decía el
populacho, que había un año de Hidalgo,
¿Cuántos años tendrán para robar?, y
¿Si acaso les sobrará, para dejar algo?
Después de esta larguísima perorata
les pido ser disculpado,
pues sin mucho pensarlo hice un
discurso como de diputado.
Hablé y hablé los cansé y al final
de lo que dije, no dije nada.
Ocupé la tribuna e hice dormir
a los diputados de la bancada.
Y como diría mi abuelita muy
enojada. -Dijiste pura pendejada-…
HICIERON PIPI
Cierta ocasión inocente y preocupada
preguntaba mi nieta,
cuando con dificultad introducía
la llave, para abrir una puerta,
y vio que mis ojos ante la luz,
dejaban unas lágrimas salir,
se acercó y me preguntó
al ver mis ojos, solos escurrir.
¿Por qué lloras abuelo?
Respondí ocultando mis ojos,
de la luz del cielo.
Rápidamente, aunque no sabía,
siquiera que decir.
No podía explicarle: Es la inflamación.
Nada más van a oír.
A lo largo del borde del párpado, que a
los viejos nos suele ocurrir.
La obstrucción del conducto lacrimógeno
o bien que el lagrimal está tapado.
Que las lágrimas son la defensa, para
mantener al ojo sin irritación, lubricado,
que nos defienden de la caspa, el polvo,
una alergia y lo mantiene hidratado.
Me costó mucho trabajo explicarle que
pasaba, aunque sea una nimiedad,
por mucho esfuerzo que hice, no pude
decirle que es un síntoma de mi edad.
Dije entre otras cosas que mis ojos,
estaban cansados por tantos, pero
tantos, que fueron los libros que leí.
Después haciéndome el gracioso, dije:
que las niñas de mis ojos, hicieron pipí.
Ella olvidó el incidente, se fue
corriendo y se puso a jugar.
Yo con sentimiento lágrimas de
impotencia dejé derramar.
Las lágrimas de un viejo, solitas suelen manar,
para que nuestros ojos, se puedan humectar.
Como si se vieran nacer, cristalinas
aguas de un manantial.
En ningún momento se piensa, pobre
viejo es sentimental.
Así sin pasar ninguna pena, pues, las podemos secar.
Mientras a nuestros nietos, felices vemos corretear.
Recordamos, que hace mucho tiempo solíamos jugar.
Y que ahora solo nos toca, a nuestros nietos admirar.
Y de vez en cuando una, o dos lágrimas secar.
Si, así como nos quitamos las lágrimas al enjugar,
también uno o dos años, nos pudiéramos quitar.
Así si tendrían para que, las niñas de los ojos orinar …
PURA CASUALIDAD
Escuché en una ocasión una narración de Bucay
y quise hacerla en verso y aquí está, que caray.
Cuentan que en cierta comarca gobernaba un rey,
que, por ser sabio, pero muy sabio imponía su ley.
Como se dice también, que no hay causa sin efecto
el inteligente monarca, solía tener un solo defecto.
Era odiado por todos, por su complejo de superioridad,
decía la corte realmente era complejo de inferioridad.
No aceptar que su inteligencia con otra tuviera igualdad,
y por lo mismo que en sabiduría él, fuera superado.
Pues si alguien lo hiciera, a muerte sería condenado.
Estaba acostumbrado, a sus súbditos preguntar.
¿Si en el reino había alguien que lo lograra superar?
Solía preguntar ¿Quién en el reino tiene más poder?
Y los súbditos temerosos de su ira solían responder.
Usted majestad, usted es el más querido y poderoso.
Sin embargo, a sus oídos llegó algo que lo puso rabioso.
En el reino vivía un mago que era querido y bondadoso.
Su poder era inmenso y podía predecir el futuro.
El pueblo lo amaba pues era noble, bueno y puro.
Se decía de él que hasta el destino podía predecir.
Y sabia hasta cuando una persona tenía que morir.
El pueblo lo amaba y respetaba pues
era muy generoso.
No era posible, ¡que existiera, un ser
tan todopoderoso!
Tendría que eliminarlo, no podía aceptar
lo superara en poder.
Urdiría una celada para matarlo. De él se
tenía que deshacer.
Entonces tuvo una idea, haría una fiesta
en palacio real,
que el mago fuera invitado, le encomendó
a su concejal.
Haciéndolo responsable, de que no fuera a faltar,
porque en la fiesta frente a todos, lo iba a desafiar.
Y si realmente era poderoso lo iba a matar.
La fecha de la fiesta llegó y al mago al centro
hizo pasar,
con la intención de que frente a todos lo
iba a enjuiciar.
Para demostrar su poder ante todos lo
iba a encarar.
Acariciando su espada, de esta manera
al mago interrogó.
¿Me han dicho que adivinas el futuro?
Severamente preguntó.
-Un poco-. El mago humildemente, bajando
ojos le respondió.
¿Puedes decirme, cuándo el mago de este
reino va a morir?
-Lo se majestad, pero como le tengo respetó,
no lo puedo decir-.
Pensó el rey, si me da una fecha, saco mi
espada y lo mato,
Así sabrán que no es poderoso, solo es
un farsante novato.
También demuestro que es un pobre y
miserable mentecato,
charlatán y que no adivinó.
Como rey te mandato, me des
respuesta, al mago ordenó.
-Será un día antes de que muera el rey,
el mago contestó-.
El monarca sorprendido, ante la
inesperada respuesta.
Como no la esperaba molesto, dio
por terminada la fiesta.
A sus aposentos cabizbajo, a dormir
la siesta se retiraba.
Cuando cayó en cuenta, que si algo
al mago le pasaba.
Y de verdad adivinaba, solamente un
día, le quedaba.
Regresó y dijo al mago, que en el castillo
se hospedaría,
que tenía algunas dudas que al día siguiente
le consultaría.
Pensó si el muere y es adivino, yo muero
al siguiente día.
Para que al mago nada pasara mejor, a
su cuidado estaría.
Para poderlo vigilar, a su servicio como
asesor lo pondría,
y además como era muy sabio en su reinado
lo asesoraría.
Ese sería el pretexto que el monarca ante
todos pondría.
Y así el pueblo estaría contento y de
pretexto le serviría.
Cada día al despertar lo visitaba con el
pretexto de consultar,
así estaba seguro de que nada malo al mago
le pudiera pasar.
El rey y el mago durante muchos días se frecuentaron.
Como los dos eran sabios una gran
amistad trabaron.
Y los súbditos estaban felices, pues bien,
los gobernaron.
Y con el mago y el rey, de un buen
gobierno gozaron.
Los malos tratos a cortesanos y súbditos
se acabaron,
dejó de ser prioritario para él, ser el más poderoso,
dejó la soberbia y se convirtió, en un rey amoroso.
Pasado tiempo, siendo ya inseparables
el mago y el rey.
El monarca quiso ser sincero, esto entre
amigos, es ley.
Y confesó, quería matarte al saber que,
eras tan poderoso.
La sabiduría y amor que te tenía el pueblo
me ponía celoso.
El mago contestó. -Cuando tu espada
acariciaste, cuenta me di,
y para que no me mataras tu sabes
qué fue lo que te respondí-.
Entonces, no es cierto que el futuro,
tú puedes adivinar.
-Perdóname amigo, pero para vivir te
tuve que engañar-.
Ya los dos camaradas se habían confesado,
su verdad,
ya no había mentiras entre ellos se vivía
en cordialidad.
Así pasó el tiempo y ya viejo, al mago la
muerte se llevó.
El rey enfermó de tristeza, cuando del
deceso se enteró.
Y como ya tenía muchos años, al día
siguiente falleció,
fue entonces cuando todo el reino admirado
se preguntó,
¡si realmente el mago el día de su muerte pronosticó!
En el reino perdura la creencia de que el mago adivinó,
el día que el monarca hacía otra dimensión, caminó.
Fue la casualidad quien poner fin a su destino decidió.
Pienso que fue circunstancial, la unión de su sabiduría
y que el pueblo los tuvo, por qué el reino los merecía.
Después de oír este hermoso cuento seguí mi camino.
Y pensé que no era muy difícil me convirtiera en adivino,
solo me falta encontrar a quien engatusar, como chino…
COMPARACIÓN
Los humanos por naturaleza
hacemos comparativos.
No sé si es defecto o cualidad
de los seres vivos,
que andamos buscando, con quien
nos podernos medir.
Quien es más alto, inteligente, rico, a fin de
que se pueda presumir.
Se dice que, en el género humano,
siempre habrá mejores o peores.
Muchas veces, los comparativos,
causan grandes sinsabores,
la medida que se quiere obtener,
tenderá a ser de la misma talla.
Al hacer medición, es ahí donde el
parámetro, más de las veces falla.
al querernos medir, buscamos
a los de parecida estatura,
si de volumen se trata, a quienes
tienen semejante envergadura.
Si se trata de posición económica,
el pudiente no se mide con el paria.
Si de moda se trata, no se compara
el Dandy, con persona estrafalaria.
Si de dinero se habla, no se compara
al opulento banquero,
con el que apenas si está, un escalón
arriba, del limosnero.
Si hablamos de inteligencia innata,
o de coeficiente intelectual,
el comparativo no se hace con un
idiota, o retrasado mental.
Por eso vuelvo a repetir, que el
que en la competencia participa,
nunca queda contento, no gana,
y ni siquiera, su duda disipa.
Pues con el que se compara,
siempre tendrá un grado superior,
el que busca medida, siempre
quiere, al medirse, ser mejor.
Y al no conseguir superarlo,
se lastima y causa dolor,
la pérdida, es el peor tormento,
que sufre, cualquier apostador.
Por eso debemos saber, que hacer
comparación, no nos conviene,
cada quien, debería conformarse,
sin medirse, con lo que tiene.
No buscar innecesario escudo.
La vida nos pone en un embudo
que confirma lo que los viejos
Dicen: Que -El que pudo, pudo,
siempre se lleva la mejor mazorca,
el marrano más trompudo-…
EL GENIO MALA MADRE
Dicen que en algún lugar del planeta
andaba holgazaneando, la pura neta.
Un vaguillo y mantenido a horilla de una playa,
de esos que la flojera o hueva los trae a raya.
De esos mantenidos come cuando hay,
que mantienen rigurosa dieta si no hay.
cuando a lo lejos ve flotar una botella,
y curioso y cauto, se acerca a ella.
La destapa afanoso para ver que contenía
y que tan grande, su sorpresa no sería.
Al ver que de ella sale un genio vestido de mago.
Es grande el susto que sufre, el mantenido vago.
Al escuchar decir. – agradezco me hayas liberado,
de este encierro, en que muchos años he pasado.
Como “el genio mala madre me han bautizado”,
por haberme liberado tres deseos has ganado-.
-Te pido los pienses bien pues no hay reversa,
estuve encerrado porque mi menta es perversa,
y te lo vuelvo a repetir, querido compadre,
me encerraron por ser el genio mala madre-.
-Piensa bien, pero muy bien lo que vas a pedir,
porque una vez pedido no te puedes arrepentir-.
Está bien entendí, contestó el vago impaciente,
no me arrepentiré y digo: seré tu mejor cliente.
Dijo el genio -Estás advertido, como te creo,
pues entonces, que venga tu primer deseo-.
No quiero volver a ver a mi suegra por odiosa,
mucho le molesta que me mantenga mi esposa.
-Concedido está, nunca a tu suegra mirar podrás,
por qué a partir de este momento, ciego serás-.
-Dije piensa bien lo que pides,
lo tienes que meditar-.
Contestó el vago que friega
me acabas de acomodar,
ahora ya ciego ninguna mujer me va a querer,
a no ser que pudiera entre otras cosas tener…
-Piensa lo que vas, como segundo deseo a pedir,
soy el genio mala madre, no te puedes arrepentir-.
Mi deseo es que estando ciego
solo tendré, como único consuelo,
para que me amen las mujeres,
poseer un pene que toque el suelo.
¡Y sopas, el genio que le corta las piernas y
deseo concedido!
El vago quedó esta vez, más mal que bien,
completamente jodido.
El genio le dijo al temolotito. -Te queda el último
deseo por pedir,
soy el genio mala madre ten mucho, pero mucho
cuidado al pedir-.
Ya me disté en la madre, ¡ciego
y sin piernas que puedo esperar!,
Solo con mucho dinero, habrá
alguien que me pueda aquilatar.
-Te queda un último deseo, te
recuerdo que lo debes de pensar,
soy el genio mala madre,
recuérdalo, no se te vaya a olvidar-.
Pido, dijo el vago como último
deseo. Que me hagas rico, rico.
Entonces el genio tomó por la
espalda, lo que quedaba del chico.
Le mordió la orejita, el cuello le
beso, y yo, ya no más, les explico.
El genio con cuidado le quitó los
calzoncitos, y le hizo rico, rico…
¡Es la historia del pobre temolotito
que vemos sufrir!
Tuvo tres deseos, pero nunca supo lo que
debía de pedir.
Montando un carrito, una moneda suele,
el pobre mendigar,
pues tuvo la desgracia de, al genio mala
madre, encontrar.
Los pongo sobre aviso, si por desgracia
lo llegan a hallar.
Enciérrenlo en una botella y de inmediato,
arrójenla, al mar…
ENVIDIA
Pocas veces tocamos o intentamos comprender,
la envidia como pecado ¿qué puede ser o no ser?
un sentimiento de tristeza o enojo,
que llega a poseer
la persona que no tiene, lo que otro ser,
llegó a tener.
Entiendo dos tipos de envidia, según la definición,
La que compara, y la que inspira a la destrucción.
Una envidia es buena, y otra envidia es mala,
ambas son envidias, pero a diferente escala.
El que al mirar lo que otro posee, se traza una meta
y por conseguirla o superarla, como burro se fleta.
O aquel que lleno de enojo hacia el envidiado,
le desea lo peor,
y en lugar de esforzarse y luchar por emularlo, se
llena de rencor.
La que es, igualar y superar,
no deja de ser, una envidia,
y desear al envidiado le vaya
mal, no deja de ser perfidia.
Por eso al considerarla, entre los siete
pecados capitales.
Pregunto: ¿Cuál me recomiendan, la mayoría
de los mortales?
Si alguien desea cosas buenas
para mí, dios se las multiplique.
Y si pide que me vaya mal
que la naturaleza se las triplique.
Por qué ya un viejo dicho dice:
Que al que obra mal,
como mínimo castigo, se le debe
de pudrir el tamal…
AMBICIÓN
Una de las cosas más delicadas,
que entendí por mí mismo
Es quizá una de las menos analizada
y se llama el conformismo.
Se rosa con lo sentimental y
aterriza hasta en lo romántico,
ocurre desde lo insignificante y
llega hasta a ser dramático.
Como aquella vieja reflexión
que nos narraban los ingratos,
-Mucho me quejaba por andar
descalzo y no tener zapatos-.
Era un reproche, una queja,
un lamento constante, como vez
hasta que me dijeron, – confórmate
hay algunos que no tienen pies-.
También alguien se quejaba,
de que hijos no podía tener
y les decían- son muchos los que
los tienen y no tienen que comer-.
Cuando me quejaba de no tener
una revista o un libro para leer,
alguien me contestaba – confórmate
hay otros que no pueden ver. –
Por eso dejé de quejarme, de reclamar
y comencé a agradecer al señor,
porque siempre que protestaba,
¡encontraba a otro, que estaba peor!…
COMPETENCIAS
Competencia es una disputa entre personas,
es una actividad en que se hacen intentonas.
En la que se aspira, a ser superior en algo.
Para demostrar que: Soy el que más valgo
En pocas palabras es una batalla o una pelea,
para ser el primero, aunque usted no lo crea.
Generalmente se utilizaba en el deporte,
más adelante, a toda actividad hizo su aporte.
Fue un disfraz utilizado por los tecnócratas,
para engañar al pueblo, de muy demócratas.
Y llegó a ser tanta su maldad e indolencia,
para cubrir su corrupción e incompetencia.
Que hasta la educación fue por competencia,
y el pueblo soportó haciendo acopio de paciencia.
Volviendo al tema, la competencia es un combate,
en el que alguien tiene que levantarse triunfante.
No importa de qué medios o mañas te valgas
No importa si vuelas, te arrastras o cabalgas,
lo importante es que, en la lid, el triunfo sea tuyo
y a la vista de la gente, lo presumas con orgullo.
El fin es solo uno, en el campeonato triunfar.
En pocas palabras, ser el primero en llegar.
Las olimpiadas son competencias de orden mundial,
en las que, a nuestra patria, siempre le ha ido mal,
seguramente porque no saben elegir, al competidor,
y no encuentran a uno, con hambre de triunfador.
Siento que los fracasos se deben, solo a eso,
Hallar competidores, que se crezcan, al esfuerzo.
Si de clavadistas se trata,
pueden escogerlos en la quebrada,
o algunos presidentes municipales,
que, en las arcas, no dejan nada.
Que se echan unos clavados,
que solo dios sabe, en la tesorería.
Seguro que, en la competencia
de clavados, nadie les ganaría.
No habría quien les quite la presea.
Corriendo cien metros en la pista,
los que practican el dos de bastos.
o cualquier diestro carterista.
Que huye veloz hasta con canastos
Lo que es, para ganar en buceo
o en clavados de exhibición,
ganaría sin trabajo, cualquier
recoge monedas del malecón.
Si de ciclismo se trata seguramente
los primeros lugares nos dan,
si mandamos a competir, a uno
de los repartidores de pan.
Si de motociclismo hablamos,
en los eventos llegaríamos primero,
si mandamos un repartidor de pisas,
o cualquier humilde, audaz tortillero.
Si de caminata se trata, bien podría
representarnos el sufrido cartero,
qué con su saco al hombro, reparte
las misivas como fiel mandadero.
Si hablamos del pugilismo, bien
podría ser nuestro exponente,
algún broncudo pandillero,
de los que aterrorizan a la gente.
Para buscar quien, en alpinismo
o montañismo, obtenga lugar,
entre los que suelen trepar a los
edificios, para ventanas limpiar.
Para participar en esgrima y
mostrar su destreza con el acero,
buscaríamos el mejor exponente
en cualquier ingenio azucarero.
En levantamiento de pesas un
fortachón debemos buscar,
entre los estibadores que levantan
grandes pesos, sin sudar.
Para salto con obstáculos, tratar
de hallar algún cristiano,
que robe gallinas y salte la barda,
¡con dos en cada mano!
En canotaje uno que viva en un
rápido, que al mar desagua,
¡Dicen que hay un expresidente,
¡Que siempre vive en el agua!
Y en la pesca, ni dudarlo, un
diputado del congreso, de la nación,
¡¡¡son los mejores pescadores,
pues pescaron la reelección!!!…
También creo que se inscribieron
en una prueba extraordinaria,
todo apunta a que participarán,
en la carrera parlamentaria.
No olvides, competencia es ganar,
aunque de artimañas te valgas,
aunque tengas que dar moches,
a la hermana o hasta las nalgas…
SOBRE PANZÓN
Llegamos a la temporada navideña de
mucha reflexión,
durante todo el año acariciada,
llenos de emoción.
Llegamos con nuestra alma
inflamada de pasión,
sabiendo que, a fin de año, recibimos un
sobre panzón.
¡Nadie sabe con cuanta ansiedad fue esperado!,
día tras día, por nuestra necesidad acariciado.
Por fin recibiremos, nuestro bien
merecido aguinaldo,
no está tan panzón, lo sentimos
un poco mermado.
Le restaron, lo que debíamos al fideicomiso,
quitaron las cuotas, que el sindicato nos hizo,
también descontaron, faltas y días de permiso.
¡La compañera que nunca!, nos saludaba al llegar,
llegó con una sonrisa, que nos podría desmayar.
Sacó un muestrario de joyería de fantasía y oropel,
camisas, pantalones, guantes y chamarras de piel.
Lo importante era, quedarse con nuestro dinero,
y le compré cosas, no pude dejar de ser caballero.
Además, quien resiste, tan encantadora sonrisa,
y que me tocará los hombros, al medir la camisa.
Un compañero al que debía, una cuenta atrasada,
también le dio a mi sobre, una buena dentellada.
No podía faltar nunca, el intercambio de regalos,
en el que regalamos buenos y nos regalan malos.
Y después el riguroso y placentero,
abrazo navideño,
en que abrazó a la compañera, que me
quita el sueño,
y que, de abrazarla, no tendré ninguna posibilidad,
y tendré que esperarme hasta la próxima navidad.
Después viene el brindis y esto es a
vaciar los frascos.
A las tres primeras copas, como que
le hacemos ascos.
Decimos la primera con agua, la segunda sin agua,
la tercera y siguientes, ya se resbalan como agua.
nos ponemos tan eufóricos, que flotamos
como estrellas
Y ya sin ningún empacho cooperamos con
otras botellas.
Nos desbordamos y damos rienda
suelta a la euforia.
Los humos del alcohol nos trasladan y
llevan a la gloria.
Nos transformamos en cuates
hacemos un lado la mezquindad.
Además, no todos los días se
Convive, solo un día es navidad.
Nunca he sabido si esto que me
pasa, les pasa a los demás.
Pero a mí me sucede cada vez
que me pongo hasta atrás.
Hoy tengo dinero, mañana,
mañana será un día común,
mis deudas las pagaré si me,
queda algo de dinero, aún.
El de la tienda de la esquina y
el casero me tienen que esperar,
y si no pues ya veré, mañana
que tengo para empeñar.
Lo importante es no dejar por
ningún motivo de pachanguear.
Hoy tengo muchos amigos,
porque hoy me toca invitar.
Todos me estiman. Hasta los
que no me querían ni hablar.
Es una ley de la vida que
tenemos los seres humanos.
tomamos como amigos y
terminamos siendo hermanos.
Dice un viejo dicho: – No hay
mejor cuate que el que invita-.
Y yo acostumbro, cumplir al
pie de la letra con: Esa cita.
Ya la cruda será mañana,
esto me sucede cada año.
Y a nadie tiene que parecerle,
lo que vivo, extraño.
De lo que cada año me sucede
no pido disculpa.
No tengo a quien reprochar, tan
solo es mi culpa.
Al día siguiente despierto
con mi sobre flaco,
y recuerdo, el día de ayer
adoré al dios Baco.
Ahora solo me queda, esperar
con cruda resignación.
Más de trecientos días, para recibir
otro sobre panzón…
CON TODA EL ALMA
Llega un hombre a una estética,
antes se le llamaba peluquería,
para que le recorten el pelo,
que seguramente antaño tenia.
Se sienta en la sala de espera,
que como siempre estaba llena,
la clientela lo miran, ¿qué le van
a cortar? piensan con pena.
El tipo sin ninguna prisa, pasa
las hojas de una revista.
¿A quién quiere engañar?,
si ya casi no le queda vista.
Recuerda que una vez a un gracioso,
le comentó, que se le caía el pelo,
y este riéndose contestó, que la caída
de pelo, ¡solo la detiene el suelo!
No faltó otro que comentara,
con una sonrisa, llena de picardía,
si te quieres seguir viendo con pelo,
pues, tomate una fotografía.
A lo mejor nadie se da cuenta, que
este personaje de su soledad huía,
y busca un conglomerado, para no
estar solo, solo busca compañía.
Cuando llega su turno, y se sienta
en el sillón, todos le quedan viendo,
¿qué le van a cortar si no tiene pelo,
algunos lo miran con lastima riendo.
La estilista pregunta ¿cómo quiere
usted su pelo?, atenta y sonriendo.
Contesta con sentimiento. –Con toda
el alma, pero se me sigue cayendo-.
EL MANDILÓN
Aunque parezca algo extraño y muy difícil de explicar,
les diré que vi con mis propios ojos lo que voy a narrar.
Érase una pareja unida por lazos sentimentales,
que ante toda la gente pasaban como normales.
Ambos tenían su empleo y por ende los dos
ganaban,
se supone, por tener trabajo ninguna necesidad
pasaban.
Pero muy allá en lo oscurito, una historia se
ocultaba,
la mujer se sometía solita y toda la raya
entregaba.
No sé quién este consejo daría
o de quien lo aprendería,
Pero esto que les narro, cada
día de pago, acontecía.
La situación es que, aunque trabajaba
no movía dinero la susodicha,
a lo mejor pensaba que entregando
la quincena, aseguraba su dicha.
La situación que ella vivía, que
puedo decir, era lastimosa,
tenía que pedir dinero al marido,
para adquirir cualquier cosa.
Él sabía si le daba o no le daba,
dependía de su estado de ánimo.
Si ella le entregaba el dinero, al
marido de culpa, yo lo eximo.
Hay personajes a los que les gusta,
de sus parejas depender,
(Y la verdad ni por poco, quisiera
a la feliz pareja, ofender).
Y para esto no importa el género
puede ser hombre o mujer.
Al que le gusta someterse, tener
sobre su voluntad autoridad,
No habrá nadie que lo cambie,
si en esto, cifra su felicidad.
Y ya entrado en confianza, quiero
confiarles, con humildad.
Que siempre he sido muy macho,
y no me gusta que me manden,
solito obedezco, yo hago las cosas,
no necesito que me las demanden,
a mi mujer le entrego la quincena,
no necesito me haga ninguna presión,
que me haga manita de puerco, me
quiera ahorcar o me dé un coscorrón,
ni que me tuerza el brazo, me regañe,
me humille o me haga coacción.
Estoy feliz, contento y me siento
orgulloso, de que me digan mandilón.
Ahora que mi verdad he confesado,
siento que una carga quite al corazón…
¿CUÁNTO COBRO?
Cuentan que, en cierta ocasión, había una
dichosa pareja,
de esas que, a la vida, convierten en una
constante queja.
Casi siempre les gustaba mucho,
su dinero atesorar,
y procuran no dilapidarlo,
para poderlo guardar.
Como no les gustaba gastar, pasaban
la vida pidiendo fiado,
pocas veces se sabe, que compraran
algo de contado.
Son de los que piden prestado o a
crédito a los que atienden,
y si les piden, reconozcan y paguen,
de inmediato se ofenden.
De este tipo de personaje que piden
prestado, hay muchos
y en negar la cuenta y tratar de
evadirla, se han hecho duchos.
En una de tantas el hombre,
guardaba monedas en un cajón,
por si llegaban a tener una
emergencia, en alguna ocasión.
Un día tuvo que salir de su casa,
de manera intempestiva.
Y al salir corriendo, donde guarda
las monedas se le olvida
comentarle a su mujer, para que
pudiera solventar su vida.
La mujer corriendo sale del cantón,
y lo alcanza en la salida.
Y le pregunta ¿Dónde puedo agarrar
dinero para mi comida?
Hay coges, le contesta. Y la mujer se
queda llena de asombro,
y tímidamente le pregunta, -viejo,
siquiera dime. ¿Cuánto cobro?-…
PEGADO A LA PARED
Había una vez un posadero, que daba
albergue en dos cuartos que rentaba,
en un pueblo pequeño, que nadie visitaba
y era poca la gente que llegaba.
cada aposento tenía dos camas,
por lo que el cuarto se
tenía que compartir,
no sé por qué circunstancia,
un parroquiano
se quedó en el pueblo a vivir,
y los que compartían el cuarto, se
quejaban que no los dejaba dormir.
Por lo que el posadero dijo, no hay más
remedio que el precio aumentar,
lo comentó al hospedado, que contestó,
que ni un peso más iba a pagar,
y al ver que no era posible, que otro
viajero en el cuarto pudiera dormir.
Preguntó ¿Por qué le hacían el feo y el
cuarto con él, no querían compartir?
Y estas son: algunas de las quejas,
que el hospedero empezó a oír.
Mientras compartirnos el cuarto con
este individuo, es imposible descansar.
Tiene una guerra con su estómago, en
toda la noche no se deja de pedorrear,
todos son muy estruendosos y tan
apestoso, que nos quieren ahogar.
Cuando su panza se cansa, se silencia
y nos empezamos a des envenenar,
y sentimos que el tormento ha pasado y
que por fin llegó la hora de pernoctar.
Cuando el silencio, el cansancio, y el
envenenamiento nos empiezan a adormilar,
nuestro personaje se voltea en la cama y
como olla de tamales empieza a roncar,
sus ronquidos son tan fuertes e intensos,
que parece que la casa se va derrumbar.
Sus resoplidos levantan las cobijas y las
puertas y ventanas se empiezan a cimbrar,
el piso y el techo crujen, tiemblan, se siente
como si en uno solo se fueran a juntar.
Durante toda la noche, un concierto de pedos
y ronquidos nos tenemos que fumar,
El posadero se puso a meditar y pensó,
que debería solucionar este problema,
como hallar solución, como castigar
el abuso, se encontraba en un dilema.
Necesitaba al abusivo cobrar, educar,
correr o darle un verdadero escarmiento,
necesitaba a alguien que lo enfrentara,
y si posible fuera lo dejara sin aliento,
que lo desalojara del departamento,
sin que fuera por un medio violento.
Por fin encontró a un hombre inteligente,
dispuesto a cumplir esta difícil tarea,
él se comprometió a correrlo, sacarlo,
echarlo y no de manera violenta o fea.
Y así fue, al día siguiente el abusivo agarró
sus cosas, pagó y sin decir nada se salió.
El posadero intrigado esperó, que el nuevo
huésped llegara y comedido le preguntó,
que, ¿Qué es lo que había pasado?, qué
cómo fue. ¿Qué tan pronto, lo convenció?
Y esto fue lo que el desalojador, al tiempo
que cobraba su comisión, le comentó.
Llegué cuando el alojado estaba acostado,
me le quedé mirando como una loca,
sin darle tiempo de nada, lo miré, le sonreí
y sin más le planté un beso en la boca.
El pobre tipo se quedó estático, con los
ojos abiertos, sin poderlo creer.
Pasó la noche entera velando y
cuidándose de mi ignorado proceder,
con los ojos abiertos, sin dormir,
ni roncar y el culo pegado a la pared,
amaneció, agarró sus cosas, se salió,
y lo demás usted lo debe de saber…
LOS VOLCANES
Cuentan que hace ya muchos, muchos ayeres,
en el territorio mexica cuna de bellas mujeres.
Crecía una bella moza, comparable con una diosa.
Nunca se había conocido a una mujer tan hermosa,
Su padre el rey, al ver que su hija era tan bella,
les prometió a los dioses, que moriría doncella.
Y a nombre de su familia, la presentó como ofrenda,
procurando no hubiera nada, que su pudor ofenda.
Así pasaron años, durante los que crecía la hermosa,
y nadie notó, que por ahí había, una mirada curiosa,
que, al adentrarse a los bellos jardines,
la alcanzó a mirar.
En un día que con su arco buscaba,
una presa que cazar.
El enamoramiento fue instantáneo, no dejaba de pensar,
como acercarse a la belleza y su corazón conquistar.
Enamorado el mancebo, se dedicaba a espiar.
el que mucho persevera, algo tiene que lograr.
Hubo un día que la hermosa, desde lejos lo miró,
Y lo vio tan apuesto, que también se enamoró.
Ambos jóvenes desde lejos, a los ojos se miraban,
y unas chispas de lujuria, sus corazones inflamaban
El joven al saberse correspondido,
ante el padre acudió,
y con mucha premura, la mano
de la moza le pidió.
El rey al recordar su promesa,
la mano tenía que negar,
Para no dar a su hija. Una prueba
al mozo, debía que aplicar.
Para cumplir con el ritual, debería
ser una tarea, difícil de lograr,
y le pidió la cabeza de otro rey,
en su lanza tenía que presentar,
antes de cumplir el reto, se encontró
con su pareja sentimental,
y ambos dieron rienda suelta al amor,
deseo y pasión torrencial.
El joven guerrero partió con sus
huestes, en búsqueda del rival,
para cortar la cabeza entregarla y
concretar su unión conyugal.
A nombre del amor, no hay reto que
el humano no pueda lograr,
El padre de la joven, estaba seguro,
en la prueba lo iban a matar.
En tanto que el rey pensaba, que
sus dioses lo iban a castigar,
por haber prometido algo, que no
estaba en sus manos cumplir.
Llamó a sus magos y pidió le dieran
algo, que la hiciera dormir.
Una pócima, un brebaje, para el
sueño eterno, poder conseguir.
Su promesa cumpliría y el guerrero,
no podría hacer reclamación.
En caso de que regresara triunfante,
de la casi imposible, misión
Por fin había encontrado, a su difícil
problema, una sabia solución.
El guerrero regresó triunfante,
había logrado su empeño,
a su amor encontró sumida en
un sopor, un eterno sueño.
Sacó a la bella durmiente.
Sobre un montículo la colocó,
y enamorado, a velar su sueño,
embelesado se hincó.
Todo aquel que, de promesas
de amor, entienda,
sabrá porque este idilio,
se convirtió en leyenda.
Muchos años han pasado,
la doncella sigue dormida,
el guerrero enamorado,
la contempla de por vida.
En temporadas, la nieve cubre
sus inmóviles cuerpos,
en otros tiempos, sus siluetas,
asemejan desiertos.
El caballero espera, que su
dama por fin despierte,
para que su idilio continúe,
si es que tiene suerte.
En ocasiones desesperado,
la sacude con estallidos,
secundados por temblores,
que silencian sus alaridos.
Quiere despertarla y lanza
fumarolas y resoplidos.
Todo es en balde, ella sigue
profundamente dormida.
¿De qué hierbas estaría hecha,
la efectiva bebida?
A pesar de que la ama, no encuentra
medio para despertarla,
han pasado muchos siglos y el mancebo
no ha dejado de adorarla.
Esa es la historia, que nos han contado,
algunos fieles cronistas,
Mientras dicen, algunos irreverentes e
irrespetuosos bromistas,
seguramente para motivar, entretener
y engatusar a turistas.
Que bajo de la tierra, ellos
siguen viviendo su idilio
y que tienen la fachada de volcanes,
como domicilio.
Que viven un apasionado idilio,
que cimbra a la tierra,
que es tan grande el amor, que
sus corazones encierra.
Que prefieren ocultar, vivir lejos
de la maldad, sus amores,
sus encuentros maritales, son
causantes de los temblores.
Dicen que son tan ardientes,
sus encuentros pasionales,
que prefieren esconderse, de
la curiosidad de los mortales.
Que viven, como toda una feliz
y enamorada pareja,
que bromean, se miman, se aman
y ni duda deja.
Que cariñosamente ella mimosa,
le dice a su viejo,
coquetamente, mientras se atusa
y mira en el espejo.
Ya no oyes, ¡seguramente te estás
haciendo viejo, corazón!,
o ¿no pusiste atención? Te pedí
una erección, no una erupción.
Va usted a creer sea cierto o
será producto de la imaginación,
Pero lo cierto es que, a los turistas,
les ha llamado la atención…
LAS TRES PREGUNTAS
En cierta ocasión salió un mensajero del rey,
a pregonar un decreto ante toda su grey.
En el que el sabio monarca, casar a su hija prometía,
a quien pudiera responder, a tres preguntas que haría.
Todos los jóvenes de la comarca tendrían
la oportunidad,
de heredar el reino y desposar a la princesa,
¡que felicidad!
Sin embargo, esta oferta
presentaba una seria dificultad,
las preguntas serian mudas y a
señas se tenían que contestar.
Por lo cual el peticionario, su
sabiduría habría de demostrar,
porque no era ninguna tarea fácil,
en toda la comarca reinar.
Tendría que ser un rey inteligente,
justo y de buen corazón,
para poder llevar a buen puerto,
una tan difícil designación.
Además, para merecer el trono,
también existía otra condición,
el que errara una sola respuesta,
sería enviado al paredón.
Y sus restos mortales crucificados,
se pondrían en exhibición,
con tantos fracasos, alrededor de
castillo ya parecía panteón.
Llegaron muchos participantes
y la prueba no pasaron,
venían sabios e intelectuales
de otros reinos y fracasaron
y fueron muchos los personajes
que fueron al paredón,
ya casi nadie atendía el decreto,
nadie acudía al pregón.
Pues ya había cegado muchas vidas,
esa difícil interrogación.
Hasta que se acercó un humilde joven
y valiente campesino,
se enteró del decreto y como poco
le importaba su destino,
su pobreza era tanta, que escogió
la muerte, como camino.
Cuando llegó ante el rey, rodeado
de consejeros y corte real,
se dio cuenta que lo miraban,
como a un bicho, como animal.
Y pensó que, bajo ninguna
circunstancia, se iba a amilanar,
Eso sí, que como a él lo trataran,
él a ellos, los iba a tratar.
al fin y al cabo, ya sabía que en
el paredón lo iban a matar.
Sin preámbulo el interrogatorio,
rápido comenzó.
El joven preparado para morir en
nada pensaba y avanzó,
todas las miradas convergían,
solamente en su persona.
La ropa fina, comparada con harapos,
en verdad desentona.
Como pretendía ese plebeyo tener
a la princesa y la corona.
Como iba a responder este miserable,
este pobre jodido,
Lo que tantos sabios y jóvenes
ilustres, no habían podido.
El rey sin decir palabra con
energía levantó un dedo.
El joven con coraje levantó
dos y pensó. ¿Qué pedo?
El rey entonces con mucha
autoridad, levantó tres
El joven molesto levantó el puño
y pensó ¿Qué te crees?
El rey admirado se acercó a una mesa
y tomó una manzana,
El muchacho sacó un pan y lo colocó
cerca de la ventana.
El rey admirado y sorprendido con
entusiasmo aplaudió.
Entregó la corona al joven, y muy
emocionado, lo abrazó.
El muchacho se coronó rey, y a la
princesa feliz desposó.
Cuando el rey platicó con su corte,
esto fue lo que comentó.
Cuando los consejeros le dijeron
¿Qué fue lo que preguntó?
Pregunté ¿qué sabes de teología?,
¿Qué tanto sabes de dios?
Le dije hay un dios, el atinadamente
Son dos me contestó.
Entonces dije son tres. En una
sola persona, con el puño respondió.
Con la manzana presente, pregunté.
¿Crees en la resurrección?
Y hasta en la divina providencia,
con el pan, hizo la corrección.
Dijo el monarca, creo, hemos hecho,
una magnifica elección.
En tanto el joven con sus amigos
y familiares comentó,
Dime como llegaste a rey
¿Qué fue lo que te preguntó?
Lo que pasa es que el viejo,
muy bravo la bronca me cantó.
Muy, pero, muy gallito, primero
me dijo, a que te meto un dedo,
Entonces le contesté, a que te
meto dos y hasta te saco un pedo.
Me dijo a qué te meto tres, le
respondí, a que te rompo la madre.
Me dijo ¿quieres manzana?, si te
casas con mi hija, yo seré tu padre.
Le contesté, aquí traigo mi pan,
no te creas, que vengo por hambre.
Como me vio muy güevudo y que no
me rajé, comenzó a aplaudir.
Demostré que a mí no me espantaba,
con eso, de que iba a morir.
Entonces pensó, este es cabrón y
bien que pa´ jefe, me puede servir.
Se quería poner al brinco, pero le
demostré, que no soy ningún güey.
Y pos como ustedes ven, me dio a
su hija, la corona y me hizo su rey…
LA DESPEDIDA
Tantas veces me has dicho que te vas
y son tantas las veces que aún estás,
que ahora, aunque tú, no lo creas
ya me convencí, de no rogarte más.
Llegué a la conclusión de no perecer,
si algún día me dejarás de querer.
Por eso te pido que dejes de joder,
ya que tengo sobre ti, mucho poder.
Son tantas las veces que me vas a dejar
que ya mi mente se pudo a acostumbrar.
Ya también deseo con lo nuestro terminar.
Hasta ando buscando quien ocupe tu lugar.
Y ningún trabajo me ha costado encontrar.
Así es que lárgate ya, si te has de largar.
Para que quede claro, mi territorio marco,
caminando y meando pa´ no hacer charco.
Lárgate ya, en taxi, bus, tren o en barco,
con gusto hasta aquí, de ti, me desmarco.
El temor de que te fueras de mi lado
me hacía sentir un hombre acabado,
siento que llegué a vivir atormentado.
Si algún día no estuvieras a mi lado.
No niego fuiste importante en mi vida,
pero no lamentaré, darte la despedida.
Por eso si te marchas, que no sea adolorida.
Pero date prisa, que ya, hay otra acomedida.
Me cansó tu amenaza, tu proceder indolente.
Se me agotó también, el ser tan consecuente,
con tantos amagos hasta me hice tu cliente.
Te recuerdo que la puerta, mide dos veinte,
o sea que cabes de culo o cabes de frente.
Quiero que ahora si te me estés largando,
basta de que tanto, me estés atosigando.
Por cierto, un costal de naranjas, te mando,
pa´ que a donde vayas, me las sigas pelando.
Y por ningún motivo, me estés extrañando.
agarra tus tiliches y, ya te me estás largando.
Movidita, que mi lecho se empieza a enfriar,
y alguien mi espalda y rodillas quiere calentar…